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Mostrando entradas de diciembre, 2005

Reflexiones navideñas para los cortineros

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FDR Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el idiota de la aldea, un pobre infeliz, de poca inteligencia, que vivía de pequeñas changas y limosnas. Diariamente ellos llamaban al idiota al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas, una grande de 400 reales y otra pequeña, de 2000 reales. Él siempre escogía la mayor y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos. Cierto día, alguien que observaba al grupo le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda mayor valía menos. - "Lo sé, respondió, no soy tan bobo. Ésta vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el juego se acaba y ya no voy a ganar más monedas..." Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones: La primera: Quien parece idiota, no siempre lo es. La segunda: ¿Quiénes eran los verdaderos idiotas de la historia? La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cort

Quiero compartir con vosotros...

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Alter Ego ..un viejo consejo de Alfonso X, el Sabio. Dice así: Quemad viejos leños Bebed viejos vinos Leed viejos libros Tened viejos amigos La primera vez que lo leí fue en un escaparate donde exhibían reproducciones de viejos códices, en Nájera (Logroño), durante uno de esos viajes que hice con mi compi, la Bala. Eran viajes en los que nunca sabíamos donde íbamos a dormir cada noche. El camino iba surgiendo sin intención... cada día era una aventura incierta. Y así se descubren enormes cosas. Por ejemplo estos pequeños cuatro versos. Luego los he visto y leído en otros lugares y otros contextos... pero la impresión que me produjo la primera vez la conservo como algo valioso. Siempre me he imaginado al viejo rey sentado en su castillo, frente a un enorme fuego; leyendo con fruición un viejo pergamino... y al lado, una copa de madera con un sabroso vino aromatizado con mirra y canela. Sus viejos amigos charlan con voz queda detrás del señor. Uno, el más moreno, señala una ruta en un ma

Hoy estoy que me salgo...

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Loli Lara !Hola , niños y niñas¡ Tengo la mala (o buena) costumbre de querer transmitir mis ideas a los demás y como alguien, en algún sitio de este foro, nos pidió que deberíamos de comentar otro tipo de cosas aparte de los encuentros y demás, quisiera compartir con vosotros algunas reflexiones que me vengo haciendo desde que empecé a participar en todo esto, y que vienen muy bien al hilo de lo que nos ha dicho hace muy poco Pepe Carracao. Somos un grupo de lo más variopinto: lo mismo hay profesores que policías; médicos que instaladores; matemáticos, químicos o psicólogos que amas o amos de casa; marinos, comerciantes, funcionarios; etc. Hay quien se decanta por la política o se pone a coger setas. Pero tengo la impresión de que todos nos las hemos sabido manejar bien, de que hemos sabido salir airosos tanto de nuestros triunfos como de nuestros fracasos. Y ¿sabéis por qué? ¿Cuáles son los síntomas que me lo confirman? Lo que nos reímos cuando nos reunimos, lo que hablamos y lo que c

Es posible que hayamos encontrado la receta para que la juventud resulte lo suficientemente larga.

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Pepe Carracao. Pensaba que no había modo de que la juventud resulte lo suficientemente larga; la vejez llega demasiado rápido, un día se mira uno al espejo y lo que ve es una máscara extraña, mientras se sigue siendo el mismo por dentro. Aunque creo que lo importante es creer que uno haya usado su tiempo de vida de forma satisfactoria. Sin ser ni Colón ni Ulises, haber viajado. Vencer en algunas oportunidades y ser derrotado en otras. En medio de tantas dificultades es muy importante sentirse libres, yo me siento libre; ya nadie me exige que diga cosas tremendamente inteligentes, puedo hasta tomarme el lujo de olvidarme del nombre de la gente aunque sean terriblemente importantes. Y mientras tanto, observo como se mueve el mundo. Me pregunto si es el hombre el que llora por la tierra o si es ella la que ha empezado a llorar por él. Ahora creo que todos un poco, con cierta nostalgia recordamos pasajes de nuestras vidas, de nuestras lecturas (cientos, miles de tebeos). Vamos a ponernos,